Friday 16 December 2011

It was very nice to meet you, London.


Ayer pasaron a buscar las cajas con nuestras cosas y hoy van ya camino de Madrid, todo lo que me queda en Londres cabe en una sola maleta. Y  15 kilos parecen nada para los 3 años y 25 días de penas y glorias que he vivido en esta ciudad, pero tengo la suerte de que lo segundo más importante que me llevo conmigo - después de mi pareja - no pesa, ni tiene que pagar asiento… ¡Chúpate esa, RyanAir!

Este post es el último que voy a escribir estando en Londres, prometo escribir al menos uno más para expresar cómo me siento al volver a España y si echo algo de menos o no… pero eso será más adelante.

Bueno, pues a tres días de mi vuelta he de confesar que increíblemente no siento nada. Es una bomba explosiva de sentimientos que no me puedo decantar por uno sólo, así que permanezco neutral. La alegría de volver a España que hacía tanto tiempo que esperaba, se mezcla con la pena de dejar atrás esta gran selva llena de sorpresas y oportunidades; la ilusión de emprender nuevos proyectos en España, se juntan con el miedo al fracaso por culpa de la puñetera crisis; y lo que me empuja a no dar marcha atrás es mi deseo de volver a ver el sol… bueno, eso y el pastizal que he pagado ya para matricularme en el máster.

El lunes me iré de esta ciudad con una maleta llena de recuerdos, y es curioso cómo cuando pienso en irme me vienen a la cabeza sólo los buenos, pero cuando pienso en quedarme, cierro los ojos y veo el metro a reventar en hora punta, siento mis pies mojados y fríos por la lluvia y escucho en mi cabeza: “Next please!! – Hello! – 5.30 please -  Do you want a bag?” y quiero irme corriendo, por si a lo mejor saliendo hoy a nado llego unos minutos antes que el lunes con el avión. Es como cuando se muere alguien querido y al principio sólo puedes recordar los momentos felices… algo así.

Entre las mejores cosas que me llevo está el recuerdo de las grandes personas que he conocido aquí: Jose, Sara, Dani, Quim, Ryan, Bruno, Oscar, Julie, Hegias, Amir, Aitor… y una larga lista de personas y personajes a los que tendré siempre un cariño especial, incluido aquel tipo que compartió piso conmigo dos días y era exhibicionista, o algunos de los jefes más odiosos que he tenido nunca.

Otra de las cosas que me llevo de Londres es todo lo que he aprendido. Creo que vivir en otro país te cambia la perspectiva con la que miras todo lo que te rodea: lo que era comprensible y aceptable, pasa a ser de mala educación;  lo que era raro, ahora es diferente y  lo que era “lo mejor de lo mejor”, ahora se ha quedado sólo en bueno.  Otra de las cosas que he aprendido es a no mirar a nadie por encima del hombro, pero a no mirar a nadie por debajo tampoco,  a respetar a todos por igual viendo las diferencias culturales como una oportunidad para aprender y experimentar cosas nuevas, y no como una amenaza o una barrera. He perdido bastante la vergüenza, pues para sobrevivir y conseguir lo que quieres en un país donde no dominas la lengua hay que echarle mucha jeta al principio… Y me hacen mucha gracia los que vienen de vacaciones y dicen “Pues yo con mi inglés de la ESO no tuve ningún problema para que me atendieran en los sitios” (Pues ponte a buscar trabajo, a abrir una cuenta del banco, a hacer trámites burocráticos… y ya verás como te salen los problemas hasta de debajo de las piedras, listillo). Gran parte de mi orgullo, mi cabezonería maña y mucha de mi inseguridad se quedan en Londres, ya no los quiero conmigo; a cambio me llevo mi nueva percepción de la amistad como algo potencialmente pasajero, que me ha enseñado entre otras cosas a ahorrarme decepciones y a aprender a despedirme. ¡Ay! y casi me lo olvido, también me llevo lo que vine a buscar aquí… el inglés.

Bueno y ahora viene cuando me pongo en plan anuncio publicitario navideño para daros las gracias a todas y cada una de las personas que me han acompañado en este viaje, a mis grandes amigas de la universidad que vivieron aquí durante algunos meses en diferentes puntos de mi aventura (Sara, Laia, Luciana, Cris y Laura), a mis compañeros de trabajo de LIDL, TATE, IMPERIAL COLLEGE y THE BANK, a mi amor, y a todo el que me haya hecho sonreír por la calle. GRACIAS.

Y  ya me despido animando a todo el mundo a que haga algo parecido, o mejor y más lejos si es posible, al menos una vez en su vida, y también me despido con una frase del escritor inglés Alan Moore que tengo en un poster un poco feo que puso mi novio en la habitación sin mi aprobación (yo soy ya más de cuadros… si quieres un poster ponle un marco, no me seas adolescente). Y bueno también tengo que decir que la frase empieza diciendo “La vida…” y que conste que normalmente ese tipo de frases me provocan ganas de vomitar, pero esta me guasta… bueno,  ya me callo…ahí va:

Life isn’t divided into genres. It’s a horrifying, romantic, tragic, comical, science-fiction cowboy detective novel

Have a nice Christmas and see you in Spain

Sunday 4 December 2011

Lo que se me quedó en el tintero


Cómo ya se acerca el día de mi despedida, he estado pensando que todavía hay unas cuantas tonterías y curiosidades que he ido descubriendo en los últimos meses, y que no he tenido oportunidad de contaros, por no tener relación con ninguno de los temas de los que he ido hablando. Así que he decidido hoy mismo, hacer una recopilación de algunas de éstas averiguaciones, que creyéndome Sherlock Holmes, he ido haciendo durante este tiempo.

En Londres no hay niebla: La primera de esas curiosidades que se me habían quedado en el tintero es ésta. ¿Por qué Hollywood y los libros de Jack el Destripador nos han vendido esa imagen de Londres siempre cubierto por la niebla, si no es cierto? La verdad es que me sorprendió mucho el día en que me di cuenta de que ya llevaba casi 2 meses viviendo en Inglaterra y que todavía no había visto la niebla aparecer. En los tres años que he estado aquí, creo recordar que he vivido sólo entre 10 y 15 días con niebla. ¿De dónde viene ese tópico entonces? Pues os vais a quedar muertos porque tengo fuentes suficientes para asegurar que lo que había en Londres antiguamente no era niebla, era contaminación. Para remediar la situación, el gobierno creó un plan de acción en 1956 llamado “The Clean Air Act” prohibiendo la quema de combustibles no autorizados que produjeran humo, entre muchas otras medidas aplicadas en la zona metropolitana de Londres. La última modificación del plan legislativo se hizo en 1993 y es el que está vigente hoy en día. Si alguien se aburre a nivel experto, aquí tiene el link, más que nada para que sepa lo que puede quemar y lo que no si viene aquí.

El secreto de las monedas de centimillo: Habiendo estado en caja (entre otras tareas varias) en todos los trabajos que he tenido en Londres, y con el aburrimiento que eso supone, siempre me ha dado por inventarme juegos y formas de entretenimiento, con la finalidad de que la parte subjetiva del tiempo corriese tan rápido como pudiese, y me alegrase el día. Intentar averiguar el precio total de la compra del cliente, o abrir caja sin monedas de un céntimo a propósito para jugar a “14,28 por favor… ¿llevas 3 céntimos?” y acumular los máximos que puedas en un día, entran dentro de estas pequeñas cosas que hacen más “excitante” mi jornada laboral. Bueno, pues yendo a lo que iba, siempre me había fijado que las monedas de céntimo nuevas tenían dibujos medio abstractos, sin ninguna gracia ni sentido y que parecían sin terminar… Y yo pensaba que era cosa de esa afición inglesa por ser originalmente raro. Pero un día, paseando por una calle de Sant Ives en Cornwall (muy recomendable por cierto, tiene las mejores playas de Inglaterra), vi en un escaparate de una tienda de numismática y antigüedades la solución a mi desconcierto: Si colocas las diferentes monedas boca abajo y de una forma determinada, se convierten en un puzle del escudo de The Royal Shield, y en la moneda de una Libra está la solución al puzle, el dibujo completo, vamos. En ese momento me sentí la persona más estúpida del mundo por no haberme dado cuenta antes, pero que de a todo al que se lo dijera (ingleses incluidos), ninguno lo supiera, me hizo sentir mejor… como la tuerta del país de los ciegos más o menos. Os pongo la fotito para que veáis que mono queda. He de decir que tuve que invertir tres días de trabajo en localizar todas las moneditas, para cambiarlas y llevarme un preciado souvenir.


Zona Cero a día de hoy
La zona cero de Londres: Cerca de la estación de Cannon Street se halla “The Stone of London” una piedra llamada también “The Stone of Brutus” refiriéndose al Troyano fundador de Londres sobre el año 1000 A.C. y que continúa situada cerca de su lugar de origen, habiendo sido reubicada un par de veces debido a problemas urbanísticos. Esta piedra, hoy expuesta tras un cristal protegido por barrotes en los bajos de un edificio de oficinas, fue en la época de los romanos el punto central desde el que se medían las distancias desde y hacia Londres, algo así como la Puerta del Sol en Madrid. Hoy en día, las distancias en Londres se miden oficialmente desde la estatua de Carlos I que se encuentra en Charing Cross, justo al lado de Trafalgar Sq. En esta ubicación antiguamente se encontraba La Cruz de la Reina Eleanor, de la que ahora existe una réplica al lado de la estación de Charing Cross.

The Stone of London

Wednesday 16 November 2011

Siempre queda algo por ver


Hoy he vivido un momento que me ha hecho recordar que tengo un blog y que os debo una disculpa por el tiempo transcurrido desde mi último post.

Cómo algunos ya sabéis, mis tiempos de becaria en la agencia de publicidad terminaron, no por ganas ni por obligación, si no por necesidad. Porque la experiencia laboral es importante, pero comer y pagar el alquiler, al final acaban haciéndole sombra. Así que he vuelto a las andadas por un tiempecito para agotar mis días en Londres (exactamente 33 contando desde hoy)  y llevarme a Madrid el bolsillo medio lleno.

Pues bien, todo esto venía a que he vuelto a trabajar de camarera, y con ello he vuelto a relacionarme con gente nueva, bonita, barata y de todos los colores. Toda la primera semana la pasé con los españoles y colombianos, también con algunos lituanos y letones, que desde que aprendí a insultar en ruso me encuentran graciosa, y más que como amiga, me quieren como mono de feria.  Pero  hoy, por primera vez me he ido a almorzar en el descanso con el sector africano. Nos hemos sentado todas en una mesa, y cuando me disponía a pegarle un mordisco a mi triste manzana (estoy a dieta desde ayer), veo como se agarran todas a su bocadillo de salami como si fuera “el bocata único que los domina a todos”, cierran los ojos, agachan la cabeza y se ponen a recitar algo en etíope… Llamadme inculta si queréis, pero eso, a las 10:30 de la mañana, desconociendo por completo el idioma y las costumbres de esta gente, asusta. Después de unos minutos qué a mí me han parecido horas, quieta, sin pestañear y con la manzana en la boca a medio morder como un cochinillo asado; he creído oír la palabra “Amen”.  Y no sé si ha sido por lo de “más vale malo conocido…” que he respirado tranquila.  Con todo mi respeto a todas las religiones… nunca había visto a nadie bendiciendo un bocadillo hasta hoy. Yo, que pensaba que en Londres ya no me quedaba nada por ver.

Así que durante mi jornada laboral de hoy, entre cafés, hamburguesas y pollo frito, he empezado a pensar en las cosas que no habría vivido ni visto nunca si no hubiese decidido venir a un lugar tan insólito como es Londres.

¿Quién ha visto en España a alguien llevando a la policía una mochila, que se ha encontrado por la calle, con un Mac, un IPhone y una cartera con casi cien libras dentro? O el colmo de la honradez: ¿Quién vuelve a una cafetería a decir que había pedido  y pagado sólo dos trozos de pollo, y que le habían puesto tres y quiere abonar la diferencia? Que en muchas tiendas de ropa no haya alarmas, y que existiesen hasta hace poco esas maquinas que se abrían pagando una libra para coger sólo un periódico de toda la pila, dice mucho de esta sociedad. Me imagino a los que cobran por señalarte los huecos en los parkings de toda España (sí, a esos que te rallan el coche si no les das nada) el pedazo de negocio que harían vendiendo periódicos a un Euro. Yo creo que la gente más honrada del mundo vive aquí, no digo que todos lo sean ni mucho menos, seguramente los más listillos del mundo también viven aquí.

Sobre el tema de las prácticas religiosas que comentaba antes, sólo en Londres he visto una iglesia católica, dos mezquitas y una sinagoga en la misma avenida.  Aquí no hay debates nacionales sobre el uso del velo, aquí la musulmana que trabaja en un Mc Donalds se pone la gorra encima del pañuelo y listo.

Sólo en Londres he visto ejecutivos borrachos vomitando por la calle un día de entre semana portátil en mano. Sólo en Londres he visto 4.000 personas disfrazadas para ver una película de los 80 en una pantalla gigante situada en un parking en mitad del distrito financiero (Future Cinema es la empresa que organiza estos eventos). Sólo aquí  he visto un asiático negro, mulatos rubios naturales, blancos con rasgos de negros e indios con ojos azules. Y sólo en Londres puedo decir negro y no negrito, sin que suene fuerte ni despectivo. En esta ciudad he visto desalojar un museo por culpa de una mochila de Bob Esponja abandonada  y he vivido en la misma casa con gente que no sé cómo se llama.

En el único país donde la lluvia no impide hacer nada y el sol llena los parques de chicas en bikini; en la ciudad donde hay más inmigrantes que locales, más ratones que personas, más enfermedades víricas circulando junto con el dinero y los lujos. Por mucho tiempo que lleves aquí, nunca lo habrás visto todo.

Wednesday 21 September 2011

Para ser un inglés de primera...

En otros post ya he hablado de comportamientos curiosos que tienen los ingleses, de su manera de vestir, de su comida, sus tradiciones navideñas etc, pero nunca había hablado sobre sus códigos de conducta en lo que a relaciones sociales se refiere.

La verdad es que en estos últimos meses he pasado más tiempo con ingleses que en los dos años y medio que llevo viviendo aquí, el haber cambiado de trabajo (que para los que no lo sepan soy una orgullosa becaria en una agencia de publicidad... por fin) y el hecho de que mis amigos españoles salieron pitando en estampida cuando llegó el verano, me ha dejado sin otro remedio que hacer amigos ingleses. Y para que os hagáis una idea, lo que escribo en el blog es inversamente proporcional a lo que bebo durante la semana.


Mi primera observación vino de la mano de un malestar y una rara incomodidad que inexplicablemente me sacudían cada vez que me presentaban a alguien por primera vez, y no sabía que hacer. Hay gente que te da la mano, otros un beso, otros te dan dos y se ríen diciendo "haha Spanish", otros te dan un abrazo, otros te saludan de lejos... Así que empecé a preguntar qué se tenía que hacer en cada caso, y me encontré con que nadie lo sabe. Para ser Inglés hay que ser torpe presentándose, si tu vas con toda la seguridad, te plantas y haces algo claramente definido, lo que sea, es que no eres inglés. Así que si quieres ser uno más, te tiene que quedar la maniobra más o menos así: "ahora le doy la mano... mierda que se me acerca mucho, ¿que hago? ¿un beso o dos?, dos, le doy dos... mua... mierda que se separa y yo ya iba hacia el segundo, ¿que hago? ya esta, le estiro de la mano y me lo vuelvo a acercar... ostras ¿y ahora por qué me abraza?... bueno ya vale, me separo y sonrío".

Otra de las cualidades que define lo que llamaríamos "Englishness" es la santa paciencia que tienen para algunas cosas. A los ingleses les encantan las colas, hacen colas para todo, para entrar en el metro, para salir, para subir, para bajar... Aunque algunas veces, desde mi punto de vista, no haría falta una cola, ellos se cuadran en linea por si acaso; y lo mejor de todo es que nadie... nunca... jamás... empuja. Se toman muy en serio lo del "Keep calm and carry on" y van todos pasito a pasito hasta que la aglomeración se disuelve. Otro ejemplo admirable de paciencia es cada vez que el metro se queda parado por las mañanas en mitad del tunel y una voz rasposa anuncia por megafonía "Por problemas técnicos en la estación de Bank, permaneceremos parados unos minutos, esperamos poder continuar lo antes posible" y de repente ves unas cuantas caras que se levantan buscando miradas de complicidad, bien porque no se han enterado de lo que han dicho, o bien para manifestar su cabreo a traves de gestos de nerviosismo. Todos los demás, los que siguen leyendo el periódico sin cambiar ni una pizca la expresión de la cara, los que parece que no se han enterado, pero sí se han enterado y mejor que nadie, esos son los ingleses.

Si quieres quedar con ingleses tendrás que hacer cosas. Quedar para no hacer nada, que es el deporte rey en España e Italia, no les mola. En este aspecto puede que los americanos sean aún más exigentes que los ingleses, pero en general, no le pidas a un inglés que quede contigo si no tienes un plan organizado y definido o si no tienes ganas de beberte hasta el agua de las macetas en su defecto. La cultura de quedar por quedar, de estar con tus amigos en el bar de siempre comiendo los panchitos de siempre y viendo pasar a la gente de siempre, no les parece molón. Pero si les dices: "oye, que he pensado que podríamos ir a un parque a hacer un pic-nic disfrazados de los personajes de Shreck, que aunque llueva a chuzos, ya parará" se apuntan los primeros. Si no te apetece montar un circo, pero quieres quedar un rato con gente el "vamos a beber que he tenido un día de mierda" también les va bien.

Para un español, como veis, no es fácil hacerse el inglés, siempre hay cosas que nos diferencian culturalmente y que no son fáciles de cambiar. Y lo más difícil es precisamente lo que todos intentamos cambiar cuando venimos a Inglaterra, el acento. Lo más ridículo del mundo es un español intentando poner acento inglés, sobre todo si el nivel que tiene no es demasiado alto. En España puede funcionar para impresionar a tu colega de turno, o a tu prima la Mari que no acabó el instituto, pero aquí en Londres no se la das con queso a nadie. Ya son varios los ingleses, australianos y americanos que me han dicho cosas como: "el acento español me encanta, pero cuando los españoles intentan fingir el acento inglés es lo peor, ni suena inglés, ni suena español... suena mal".
Así que, aunque mi novio me dice que yo lo hago inconscientemente cuando hablo con gente importante (yo creo que no, pero bueno), llevo con mucho orgullo mi pegatina en la frente de "Aim Espanis, Jau ar yu".

Wednesday 10 August 2011

London Street Art

Aprovechando la dramática y patética situación que estamos viviendo en Londres esta semana, hoy voy a hablar de lo que algunos también consideran vandalismo callejero y de lo que (aquí en UK) castigan con penas de hasta 50.000 libras o incluso cárcel. Vamos, que te sale más a cuenta ponerte una capucha, quemar un autobús y robar tres teles de plasma, por lo que estoy viendo.

De lo que hoy quiero hablar es del Street Art. El Arte callejero cada vez se aleja más de la idea que casi todos tenemos en la cabeza cuando oímos este concepto: ciudades anegadas de graffitis y pintadas, a veces decorando y muchas otras veces ensuciando nuestras calles. 

Londres es una de las ciudades más innovadoras y punteras en lo que a Street Art se refiere. Artistas de todo el mundo vienen a Londres a dejar su marca, y otros muchos nacen y crecen aquí. Así que os voy a enseñar algunas de las piezas más creativas y curiosas que he ido viendo por las calles.

GRAFFITI
El Graffiti como tal consiste en la creación de una marca propia y la consiguiente propagación de la misma. Generalmente es un seudónimo que elige el artista, y a partir de ahí diseñará cada una de sus piezas en base a éste nombre.  Los graffiteros valoran la calidad de una pieza dependiendo de la peligrosidad y dificultad de acceso que haya tenido el lugar en el que se haya pintado; la calidad artística y el diseño de la pieza; y la visibilidad e impacto que vaya a causar en el publico que lo vea. Por ejemplo, cubrir un vagón entero del metro con tu nombre estaría muy bien valorado por esas tres razones, además el metro no permanece estático sino que va circulando, lo que lo hace visible a un mayor número de personas.
Sobre el grafitti he de decir que personalmente no me gusta demasiado, pero lo considero un arte como otro cualquiera. Lo que eliminaría de la faz de la tierra es a los niñatos que se dedican a garabatear firmas cutres por todas las paredes, a cada paso que dan.

STREET ART
Es un concepto mucho más amplio en el que todo vale. Muchas veces las piezas llevan consigo elementos de crítica social, otras veces son sólo a modo decorativo y otras veces únicamente pretenden la propagación de un estilo personal (que no un nombre).  A continuación os voy a enseñar algunos de mis artistas preferidos en Londres.

BANKSY: Artista inglés, rey de reyes y el preferido de muchos. Sus obras suelen ser una sátira a la sociedad actual: crítico con la monarquía, las desigualdades sociales, la homofobia y el clasismo. En Londres, Bristol, Brighton y otras ciudades inglesas se encuentran muchas de sus obras más famosas.



VHILS: Sus creaciones son imágenes provocadas por la erosión de la pintura y materiales de las paredes, a parte de esto, que ya no parece sencillo, la peculiaridad es que también a veces realiza estas erosiones por medio de pequeñas explosiones minuciosamente controladas. Aquí os muestro un video que hizo para publicidad de la marca Levi's, porque esto es "pa' verlo".



ROA: Conocido también por su peculiar estilo. Se ha recorrido medio mundo pintando estos animales gigantes utilizando siempre los colores blanco y negro. A mis paisanos mañicos, les diré que tenemos uno en la calle del Coso, frente al IES Pedro de Luna.


C215: Este artista utiliza plantillas al igual que Banksy, pero con la característica de que realiza las piezas en varias capas utilizando diferentes colores. La dificultad se refleja en el increíble resultado.



PABLO DELGADO: Este artista realiza pegados de figuritas de papel en miniatura en las partes bajas de las paredes, a veces pinta las sobras que proyectaría la imagen en el suelo. Me gusta mucho la idea porque es muy simple a la vez que llamativa y me transmite la sensación de la existencia de un mundo paralelo diminuto, que no es fácil de ver pero que está ahi escondido entre el nuestro.



HOTTEA: Es un artista de Mineápolis que principalmente escribe su nombre utilizando lana de colores y aprovechando las formas de las estructuras de las vallas para hacerlo. No es fácil de fotografiar porque la visibilidad depende de la posición en la que te encuentres, pero para que os hagáis una idea pongo una foto.



Bueno, espero que os haya gustado, las fotos de este post son de mi fotógrafo preferido y compañero más que de fatigas, de vida fatigada, ésta es su web. Y prometo escribir más a menudo, que algunos ya os habéis quejado. Un saludo para Ana M., Albert T., Sara X., María A., Esther S., Aitor A. y las compañeras de trabajo de mi madre. Un besazo a todos.

Saturday 2 July 2011

Having a nice London summer...

Para los que habéis decidido pasar un verano sin poneros morenos, sin chiringuitos de playa y sin futbolín, y os quedáis en La City, os propongo algunos planes para cuando os entre la morriña, siempre y cuando el tiempo lo permita. En el peor de los casos, y si echas mucho de menos esos 40ºC a la sombra de tu ciudad natal, siempre puedes pegarte un viajecito en metro desde Bethnal Green hasta White City en hora punta, ya verás que pronto se te quitan las ganas de tonterías. El que no se consuela es porque no quiere.

Y ya que hablo del tiempo y del clima, me he dado cuenta de que a los españoles, lo que nos gusta es quejarnos de todo. Si llueve, porque llueve, si no llueve, porque hay sequía, si hace frío ni te cuento, y si hace calor porque "aquí no se puede estar". Por lo que sólo somos felices una semana en Abril, que es la que empieza a "hacer bueno" y los 15 días de vacaciones en el mar, para los que se lo pueden permitir.

Los ingleses, sin embargo,  parecen paradógicamente más felices con su clima que nosotros con el nuestro, e incluso se ofenden un poco cuando alguien lo critica. Es como un símbolo nacional, y son algo patrióticos con el tema. Aquí si llueve la vida sigue su curso, no les queda más remedio.

El otro día estuve en el concierto de Tom Jones al aire libre. Temeraria de mi, aunque anunciaba tormenta le eché valor y fui. Nos calló la del calamar encima, y cada gota de agua que caía iba llenando poco a poco mi contenedor de la mala hostia hasta casi colmarlo del todo. Lo que me dejó alucinada es la actitud de los ingleses, que se agenciaron paraguas, chubasqueros y bolsas de plástico en el peor de los casos, y ahí estaban dándolo todo al ritmo del Sex Bomb. Esto pasa en España, y con la que caía, se suspende seguro.

También me he fijado que los ingleses utilizan el tiempo como tema estrella para empezar conversaciones. La típica conversación de ascensor que tienes con el vecino del tercero tan profunda como:
-"Pues parece que va a llover"
-"Sí, a ver si se despeja"
Ellos hacen lo mismo, incluso cuando te dicen "Nice day, isn't it?" lo que quieren decir es "¿Qué tal?". Por eso he leído que hay que darles la razón y no tomarse la pregunta de un modo literal. Si contestases algo como "Hombre... contando que es Junio la verdad es que no", a parte de estar fuera de lugar, sería de mala educación. Por cositas como esta me doy cuenta de porqué no tengo muchos amigos ingleses.

Y ya me despido con una lista de lugares a los que podéis ir este verano para disfrutar de lo mejor de Londres.

1. Piscinas y Lagos.
A parte de las piscinas públicas al aire libre (que hay pocas, pero las hay), en UK es muy común ir a pasar el día tumbado en el césped de los icreíbles parques de la ciudad y darse un chapuzón en los lagos (que también los hay) en los que está permitido bañarse. Os paso este link de Time Out donde podéis encontrar los más famosos de Londres.

2. Barbacoas.
Cómo ya sabréis los que vivís aquí, en Inglaterra esta permitido hacer barbacoas en los parques de la ciudad, así que si no tenéis jardín o si os apetece estar al aire libre, podéis comprar en cualquier supermercado una barbacoa de usar y tirar por unos 2 o 3 pounds, y plantaros en mitad del Hyde Park a pasar el día.

3. Conciertos Picnic.
Ya os he hablado antes del concierto de Tom Jones,pero no os he dicho que además de ser al aire libre, era un concierto picnic. Los hacen en los jardines de paradores y palacios pertenecientes al English Heritage y tú puedes llevarte tu tortilla de patata, tu botella de vino y tu manta, y si no llueve, es una experiencia que merece mucho la pena. También hay puestos que venden comida y bebida por si no quieres llevarte nada. Ésta es la web.

4. Festivales de verano.
Como cada verano en Londres puedes encontrar multitud de festivales musicales y artísticos y muchos de ellos gratuitos, como el iTunes Festival este mes de julio con Linkin Park, entre otros. También este Julio puedes ir a ver el Hackney Wicked Festival  en el que decoran las calles de ese barrio de Londres y abren todos los estudios y galerías de arte al público durante el día, y hacen conciertos gratis por la noche.
Además de estos dos, hay muchos otros más, como los famosos conciertos de Hyde Park, sólo hay que buscar un poquito.

5. Terracitas de verano.
Al igual que en España, en Londres también se puede disfrutar de las terrazas de verano, pero aquí en vez de estar en las aceras y plazas, son más típicas las terrazas en lo alto de los edificios. Si quieres disfrutar de una pinta al aire libre y con buenas vistas, aquí te dejo otro link de Time Out con las mejores terrazas de Londres.

6. Cine al aire libre.
Otro plan interesante es ir a ver una película al aire libre en el centro de Londres. Eso sí, recomiendo llevar un jersey porque por las noches refresca. Yo conozco éste en Shoreditch , pero seguro que hay más en otras partes de la ciudad.



Bueno que paséis un feliz English Summer!!

Monday 6 June 2011

Fíjate que cosas...

Desde que estoy en Londres, me han contado o he leído (que decir he leído siempre da más veracidad) muchas curiosidades a cerca de la ciudad, la cultura inglesa y el origen de algunas costumbres o dichos de por aquí. No todos ellos eran ciertos, pero he intentado reunir unos cuantos y wikicontrastarlos un poco para compartirlos con vosotros.

  • Es falso que el London Eye sea la noria más grande del mundo. Lo fue en el momento de su construcción en 1999 con 135m de altura. Ha sido superada varias veces, y ahora la más grande está en Singapore y mide 165m. Sobre esto, he de comentar que me choca tremendamente el afán que tienen algunos por otorgar a sus ciudades "Records Guinness" inciertos y sentirse orgullosos de la importancia del lugar en el que viven. He estado en 3 ciudades que tenían la suerte, según sus habitantes, de tener el centro comercial más grande de Europa. Todavía no se cual es el verdadero, e Internet tampoco lo sabe.
  • Es cierto que el metro de Londres es el más antiguo del mundo (se puso en funcionamiento en 1863 realizando el trayecto Paddington - Farringdon).  Lo de que no tenga aire acondicionado me imagino que será porque lo quieren conservar tal y como se hizo, así que no me quejaré. Aunque no estaría de más que algunos se ducharan de vez en cuando para compensar la falta de ventilación, básicamente.
  • Sobre porqué en las Islas británicas se conduce por la izquierda hay varias teorías. La más extendida habla de que en el año 1700 en toda Europa se conducía por la izquierda como mecanismo de defensa. Dado a que la gran mayoría de las personas son diestras, y por lo tanto empuñaban la espada con la mano derecha, el hecho de conducir por la izquierda hacía más fácil la defensa frente al ataque de alguien que viniese conduciendo un carro en sentido contrario. Más tarde, con las conquistas de Napoleón, se extendió por el continente europeo y también por las colonias francesas fuera de Europa la conducción por el lado derecho. Se dice que Napoleón lo ordenó cambiar, pues él era zurdo. Hoy en día en paises como India, Australia, Japón y en muchos de los que fueron colonias inglesas, se sigue conduciendo por la izquierda.
Aquí me la estoy jugando.
  • Es ilegal poner un sello con la cara de la reina del revés. Esta es una de las, llamémoslas, obsoletas leyes que todavía siguen en vigor en UK. Cómo esta hay una larga lista de leyes absurdas como: Es ilegar morirse en el Parlamento o una mujer embarazada puede hacer sus necesidades donde le venga en gana. También en Francia ocurre lo mismo, y ya que he hablado antes de Napoleón, que sepáis que ponerle de nombre a un cerdo Napoleón, es ilegal en Francia.
  • El origen de las beef pies, que es uno de los platos ingleses más típicos, viene de la época de Enrique VIII. Por aquel entonces comer carne era sinónimo de riqueza, y el rey para mostrar su poder, invitaba a comer a sus palacios a tantas personas que no tenían vasijas suficientes en las que servir la carne a todos. Para solucionar el problema, creaban contenedores hechos de pan para servir a todo el mundo. Aunque los invitados sólo se comían la carne y dejaban el pan, así surgieron los pasteles de carne. A juzgar por los retratos que he visto de Enrique VIII puedo deducir quién se comía los panes después.
  • La leyenda de los cuervos de la Torre de Londres dice que si estos cuervos desaparecen, la torre se derrumbaría y con ella el reino. Por ello los Yeomen Warders, más conocidos como Beefeaters porque antiguamente se les pagaba una parte de su sueldo con carne (Beef-eaters), cuidan todavía de los cuervos como símbolo de protección para el país. Si un cuervo se muere es reemplazado por uno salvaje. Se dice que antiguamente se les daba una jarra de cerveza al día para mantenerlos contentos. Viniendo de los ingleses no sólo me lo creo, sino que me sorprendería que no hubiera sido así.
  • Hablando de cerveza, me sorprende mucho el dicho poular inglés "eating is cheating" (comer es hacer trampa) que viene a decir que para ser un machote no hay que comer nada antes de beber alcohol, no vaya a ser que te emborraches gradualmente. No estoy hablando de quinceañeros, he visto a altos ejecutivos de empresas diciendo la misma tontería. A mí sólo se me viene a la cabeza la cara de mi madre cuando tenía 17 años diciéndome: "¡Elena! Haz el favor de comer algo si vas a beber, que luego te sentará mal y vomitarás". Pues eso les pasa a ellos, porque nadie se lo advirtió cuando eran adolescentes.
  • La bandera de Reino Unido es el resultado de la superposición de las banderas de Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte, que junto a Gales formarían lo que es United Kingdom. Me parecía un tanto discriminatorio que no hubieran contado con la de Gales para hacer tan artística composición, pero cuando la ví entendí lo que había pasado. Me imaginé a los cuatro países sentados en una mesa diciendo: "Bueno, que cada uno haga un dibujo y luego los juntamos... A ver Inglaterra... ¡muy bien!, a ver Escocia... ¡Perfecto!, Ahora tú Irlanda del Norte... ¡No está mal!, Y la tuya Gales.... mmmm... a ti ya te invitaremos a algo". Ya sé que debería intentarlo pero no puedo controlar estos pensamientos absurdos, perdonadme.